Puedes sentirte solo y estar en medio de un millón de personas, puedes gritar y que nadie te oiga, o preguntar y que nadie te conteste.Querer y no tener, luchar y no conseguir, pelear y no ganar, dar y no recibir. Pero.....¿Sabes que?Habrá otros momentos en que estés solo pero te sientas rodeado de mil personas que te quieren . Sin decir nada, alguien sabrá que las cosas no van bien.Sin preguntar, te diran lo que necesitas oir, conseguirás cosas sin luchar, ganaras batallas sin dejarte la piel en el camino. Recibirás sin tener que dar nada a cambio.Y despues de todo esto, alguien te enseñará que el único truco que sirve es seguir y sonreir pase lo que pase.

miércoles, 29 de febrero de 2012

PARA NO OLVIDAR

Para esta entrada quiero expresar mis sentimientos de una manera muy especial y para ello me gustaría homenajear a un hombre que para mí ha sido muy importante y he vivido grandes momentos junto a él. Esta persona es mi abuelo.
Recuerdo a mi abuelo como si lo estuviese viendo en este mismo momento. Aquellas tarde que prefería pasarlas junto a él en vez de irme con mis amigos a jugar y todo eso a pesar de los latigazos que pillaba de él en el culo, pero no me importaba puesto que yo me los buscaba.
Eran tardes tan maravillosas que han quedado marcadas en mí. Por ejemplo desde aquellos momentos en los que nos sentabamos en ese famoso tablón apoyado sobre dos troncos de un arbol en el cual pasabamos las horas hablando y hablando e incluso aquellos otros momentos en los que me enseñaba a hacer cuerdas con esparto ya que mi abuelo era una maquina haciendo figuras de esparto.
Pero sin duda alguna, lo que más me ha parcado y eso nunca se me olvidará son todos aquellos momentos que tenía la oportunidad de poder llevarle la comida a su casa. Llegaba a mi casa y mi madre tenía el tapex preparado. Yo lo único que tenía que hacer es coger el tapex y llevarselo a su casa, se lo debaja en un plato encima de la mesa pa que se lo comiese y por la tarde iba a recoger el tapex. Me acuerdo que siempre que aparecía con la comida me regañaba porque no quería que fuese a su casa a llevarle la comida y claro para cabezón él cabezón yo y todos los días estaba allí.
Por todo esto y por muchas cosas más quiero agradecer a mi abuelo que en Paz descanse todo lo que ha hecho por mí, todo lo que me ha hecho reir y llorar que seguro que me lo merecía y por miles de cosas más como he comentado anteriormente.
Muchas gracias Abuelo Manuel. Siempre te llevaré en mi corazón y sobre todo decir que me siento la persona más orgullosa de este mundo por llevar parte de tu sangre.
También quiero darte las gracias por la fuerza con la que llevo adelante las cosas porque tu y mis padres me habeis hecho fuerte para llevar una vida digna y habeis conseguido que sepa buscarme la vida de la mejor manera posible.
Gracias por todo. No hay cosa en este mundo que pague lo que has hecho por mí y lo que he vivido junto a ti.
Un saludo: VMPE11